La homosexualidad y la electrónica. La ignorancia de Ten Walls

En el día de hoy, unas desafortunadas declaraciones del productor Ten Walls comparando la homosexualidad con la pedofilia han incendiado las redes sociales. Los festivales Sonar, Pitch Festival o Creamfields han retirado la actuación del productor lituano para desmarcarse de las bochornosas declaraciones.

Aparte de la muestra de poco respeto e intolerancia de las palabras de Ten Walls se suma la ignorancia, ya que el colectivo gay y la música electrónica han tenido una estrecha relación.

En los años 60 surgieron las primeras discotecas en New York y además de ser un punto de encuentro donde la gente bailaba, también lo era para gente discriminada socialmente como la comunidad negra y los gays. Todos esos locales tenían una naturaleza «Underground» donde cada persona podía relacionarse libremente.

Sin duda fue clave en el nacimiento del House un club que surgió en Chicago en los años 80, «The Warehouse».  En él pinchaba el considerado por muchos el padre del House, Frankie Knuckes. El público del club era mayoritariamente gay, de raza negra o latina.

Durante muchos años con fin de desprestigiar a la música electrónica se la llamaba «música gay». Absurdo por dos motivos, el primero desprestigiar algo o alguien por su condición sexual y segundo no existe música gay al igual que no existe música hetero o música de rubios.